Comunicación: sesión 1: Leemos un texto narrativo


COMPRENSIÓN DE LECTURA
LEYENDA DE LAS TRES ISLAS


Cierta vez una mujer vivía en una playa solitaria. Su marido fue un pescador que, como tantos otros, se hizo a la mar en un atardecer y no volvió más. La mujer, que lo amaba mucho, no quería creer que había muerto, porque nunca las olas devolvieron su cuerpo, y esperaba verlo aparecer de un momento a otro. Era muy pobre y tenía tres hijas pequeñas a quienes mantener. De vez en cuando, se acercaba a los pescadores que volvían de las faenas y pedía que le dieran unos cuantos peces, y éstos compadecidos de su miseria se los cedían de buena gana. Con ellos se alimentaba la familia, y cuando los obsequios eran numerosos, se aventuraba a trasponer los cerros que rodeaban la ensenada, para ir a la aldea más próxima y vender los que le sobraban. Entonces compraba algunas provisiones, que le ayudaban a seguir viviendo pobremente.....
Y así iba transcurriendo el tiempo y ella no quería moverse de su destartalada choza. Cuando la mayor de sus hijas tuvo uso de razón preguntó:
- ¿Por qué hemos de vivir tan pobremente? ¿Por qué no nos vamos de aquí? Pero la madre le dijo:
- No siempre seremos pobres, hija mía. ¿Ves esas tres islas azules en la lejanía? Una de ellas te pertenece. Algún día vendrá desde allí una barca de oro, y en ella llegará un apuesto señor que pedirá tu mano. Y serás feliz y tendrás todo lo que desees.
Y la pobre niña creyó lo que su madre le decía y no volvió a quejarse nunca más.
La segunda hija hizo la misma pregunta cuando llegó el momento - ¿Por qué no tengo vestidos bonitos y por qué vivimos en este lugar tan solitario?
- Y la madre le respondió:
- Te voy a decir un secreto. No nos iremos de aquí, porque tú tienes que aguardar a tu prometido que vive en la segunda isla azul que está allí en el horizonte.
- ¿Pero cuándo sucederá esto?
- No tardará mucho, hija mía. Un día verás una barca de plata y en ella llegará el que ha de ser tu esposo.
¿Y seré rica?
Allí lo tendrás todo. Tus deseos se cumplirán en cuanto los manifiestes.
Y la niña se quedó pensativa y no volvió a quejarse más.
Cuando llegó el turno a la tercera de las hijas, e hizo la misma pregunta, la madre le respondió con palabras semejantes:
- Vendrá tu novio en una barca de cristal. Te llevará a esa isla pequeñita y allí serás rica y tendrás criados que te servirán, y te sentarás a una gran mesa, donde comerás los manjares más exquisitos.
Y la niña tercera también se conformó como las anteriores.
Y aunque muchas veces pasaban hambre y estaban vestidas de harapos, las sostenía la esperanza de que un prometido joven y hermoso vendía a buscarlas algún día, desde las tres islas azules y lejanas.
Cuando fueron mayores paseaban muchas veces por la playa, atisbando en la lejanía. Los barcos pasaban con sus blancas velas sin detenerse nunca. Pero una cierta mañana que se hallaban las tres sobre un promontorio de rocas, divisaron un barquichuelo que se balanceaba penosamente sobre las olas y golpeándose contra los arrecifes, se partía en pedazos y el hombre que iba a bordo caía al mar.
- !Miren! -dijo la mayor de las muchachas... ¡Al fin llega! Es el barco de mi prometido que viene a buscarme.
Y la segunda exclamó:
- ¿Y por qué ha de ser el tuyo y no el mío?
Y se pusieron a discutir. Y mientras que discutían el hombre estaba a punto de ahogarse. Entonces la menor de las hermanas se arrojo al agua y ayudó al desconocido a ganar la orilla.
Allí quedo tendido con los ojos cerrados.
- ¡Tienes razón! - dijo la mayor.
- No es mi prometido. Viste muy pobremente.
E igual cosa dijo la segunda. Pero la menor, sin escuchar a sus hermanas, rasgó un trozo de su vestido y le vendó la frente.
Cuando se repuso le ayudó a caminar hasta su choza.
La madre había ido a la aldea vecina. Cuando regresó y encontró al hombre en compañía de las muchachas se enfureció.
- ¿Qué haces aquí, y qué quieres? -le preguntó agriamente, mientras hacía salir a las muchachas de su choza.
- Tuve la desgracia de naufragar -respondió él- ¡Qué extrañas criaturas son tus hijas! Me han hablado de novios poderosos que han de venir a buscarlas. ¿Por qué las engañas así?

- Eso no te importa. ¿Qué les has dicho tú?
- Que soy uno de los prometidos.
- Eres un impostor - Exclamó la madre enfurecida.
- ¿Y te han creído?
- La mayor me ha encontrado pobre y la segunda feo. Sólo la menor me dijo que le gustaba así como era.
- Yo le diré que has mentido -contestó la madre- disponiéndose a llamar a sus hijas. Pero el muchacho la detuvo:
- No seré un príncipe pero puedo llamarme un hombre honrado. Tengo tres barcas y soy un buen pescador. Me casaré con tu hija menor y la haré feliz.
La madre no quiso creerlo y preguntó a su hija menor lo que opinaba, a lo que la muchacha respondió que ella no vivía de sueños y que estaba enamorada del pescador, por lo que pensaba casarse con él. Y la madre, aunque se le partía el corazón, no tuvo más remedio que dar su consentimiento para la boda. Y unos días después la muchacha partió hacia la aldea vecina, donde vivía su prometido. Allí se casaron y no volvieron nunca más.
Pasó el tiempo, día llegó en que la madre enferma y vieja no pudo salir más de su choza. Las hijas aunque tenían que cuidarla, siempre encontraban un momento para subir a los arrecifes y atisbar en dirección de las islas, para ver si llegaban sus prometidos. Una noche la madre se durmió para siempre y las hijas se quedaron solas. A la mañana siguiente, desde la puerta de su choza vieron como siempre las embarcaciones que a lo lejos pasaban sin detenerse.
Entonces la hermana mayor dijo:
- Si nuestros pretendientes no han venido hasta ahora, iremos nosotras a buscarlos.
- ¿Y cómo llegaríamos hasta allí?
Y se miraron llenas de inquietud. Porque ambas eran ya dos mujeres de rostros apergaminados. Toda su vida las había sostenido la esperanza. Pero ahora comprendían que no podían esperar más.
- Ellos nos estarán aguardando todavía se dijeron. Y buscaron una vieja barca que hacía muchos años había naufragado cerca de la playa y se introdujeron en ella. Pero era necesario realizar un gran esfuerzo, porque el mar estaba enfurecido y el viento soplaba fuertemente. Y cuando se hallaron dentro de la barca vieron con dolor su miserable choza casi derruida y se preguntaron:
- ¿Cómo hemos podido vivir allí tanto tiempo?
Las islas se hallaban aún lejanas, muy lejanas.
Las mujeres avanzaban remando lentamente, pues a cada momento tenían que descansar. Toda la noche estuvieron navegando. La luna asomó tras de los desiertos arenales de la costa y alumbró las islas que poco a poco fueron distinguiéndose con más claridad. Y las rocas escarpadas se destacaban sobre el cielo.
Y la mayor de las hermanas dijo:
- Mira mi castillo, hermana mía.
Y había dos sombras inmóviles sobre los hierros de un muelle abandonado.
Y las dos ancianas dijeron:
- Son nuestros esposos que se han quedado dormidos, esperándonos inútilmente. -¿Y por qué no vienen por nosotras? -se preguntaron con angustia.
Pero ellas mismas encontraron la respuesta:
- Están esperando la mañana para poder contemplarnos mejor a la luz del día. Y la mayor dijo:
- Descansa hermana, para estar despiertas mañana temprano, cuando nos vengan a buscar.
Y cuando llegó el alba se aproximó un bote, que era tripulado por un viejo barquero, de larga barba; y que las condujo cerca de las islas. Allí tomando de la mano a la hermana mayor la ayudó a desembarcar. Miles de aves marinas salieron volando, mientras graznaban bulliciosamente.
- ¿Dónde está mi prometido? - preguntó ella.
- ¡Allí está! -respondió el barquero- señalándole un gran cormorán que miraba serenamente el mar.
- No puede ser -dijo la mujer.
- ¿No deseabas tanto que esta isla fuera tuya? Hoy serás la esposa del rey cormorán.
- ¿Y dónde viviremos?
- ¿Qué casa mejor que las rocas fuertes y duras que no se gastan como las casas de los hombres?
Y la hermana mayor se convirtió en ese momento en un ave negra que agitó las alas y se arrojó sobre un pez
La barca se alejó en dirección a la segunda isla. Allí el anciano hizo desembarcar a la menor de las hermanas....
)Dónde está mi esposo?
- Es aquel pelícano que juguetea alegremente sobre la arena.
- ¿Y qué hace todo el día?
- Ya lo ves. Vuela por el cielo azul, o flota sobre las olas....
Y se alejó remando, mientras la mujer se convertía en un hermoso pelícano.
Y cuentan los pescadores que en las noches navegan por las cercanías, que a veces se oyen voces humanas. También han visto encenderse misteriosas luces en las dos islas azules.
La tercera isla no llegó nunca a conocer a su reina, porque ella se casó con un joven pescador y fue feliz entre los hombres.
El pájaro niño y otros cuentos                              Carlota Carvallo de Núñez (peruana)




ACTIVIDAD
01.       COMPLETA:

T                                            Autor(a):           _____________________________________________________________________
T                                            Nacionalidad: _____________________________________________________________________
T                                            Titulo de la obra:                _____________________________________________________________________

RESPONDE:

02. ¿PORQUÉ LA MADRE ENGAÑA A SUS HIJAS?

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03.      SEGÚN LA MADRE, ¿QUÉ LES ESPERABA A SUS HIJAS SI SE QUEDABAN EN LA PLAYA?

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04.      ¿CÓMO ERAN LAS HERMANAS?

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05. ¿CÓMO VIVÍA LA FAMILIA? )QUÉ TUVIERON QUE PADECER?

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06. ¿CUÁL ES EL FINAL DE LAS HERMANAS?

Primera hija:   __________________________________________________________________________
Segunda hija: __________________________________________________________________________
Tercera hija:    __________________________________________________________________________

07. ¿QUÉ VALORES PUEDES RESCATAR DE LA ÚLTIMA HERMANA?

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08. VOCABULARIO

N    PROVISIÓN: __________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
N    ENSENADA: __________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________
N    SEMEJANTES: __________________________________________________________________________________
__________________________________________________________________________________

N    DIVISAR: ____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

           N    CORMORÁN: 

                  ______________________________________________________________________________________________
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09 Dibujar una escena del texto leído
   


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